Cada 25 de marzo la Iglesia Católica conmemora la encarnación del Hijo Único de Dios en el seno de la Santísima Virgen María. Este año, al coincidir con el comienzo de la Semana Santa, la celebración litúrgica se traslada al lunes 9 de abril.
En nuestro país cada 25 de marzo se celebra la “Jornada del niño por nacer”. Con toda la Iglesia que está en Argentina, nosotros como comunidad católica que peregrina en Córdoba queremos decir “Toda vida vale”.
Queremos expresar, convencida y respetuosamente que toda vida humana debe ser acogida y cuidada desde la concepción hasta su fin natural. Al hacerlo, incluso públicamente, deseamos expresar nuestra convicción con respeto y sin ningún tipo de discurso agresivo.
Queremos expresar también que debemos preocuparnos, autoridades y ciudadanos, por acompañar y sostener a las mujeres que llevan adelante embarazos en circunstancias difíciles, dramáticas, o incluso no deseadas. La solidaridad y la creatividad de nuestro pueblo y de sus autoridades pueden imaginar e implementar soluciones que resguarden y cuiden la vida de la madre y la del niño por nacer.
Finalmente, queremos expresar que anhelamos honrar toda vida: la del que vive en situaciones de indigencia, de enfermedad, de discapacidad y de quienes ya no son auto-válidos.
A las puertas de la Semana Santa, recordemos que Jesús se entrega por todos nosotros y que su propósito es: “Yo he venido para que las ovejas tengan Vida, y la tengan en abundancia”.
Acojamos y honremos la vida porque “Toda vida vale”
El Arzobispo y los Obispos Auxiliares
en nombre de la Iglesia que está en Córdoba
La vida humana es un don. Esta es una experiencia compartida de muchos hombres y mujeres, sean creyentes o no. Se refleja en el rostro de los padres cuando contemplan por primera vez a sus hijos. El anuncio de la espera de un hijo es una alegría que se comparte con familiares y amigos.
Pero a veces en la historia de otras personas no es así, no es algo deseado, esperado, decidido, aunque en ocasiones en los meses siguientes se redescubre la belleza de esa vida que viene en camino.
Para otros, la concepción de esa vida no fue fruto de un acto de amor, y hasta pudo haber sido consecuencia de una acción de abuso y violencia hacia la mujer.
Allí es cuando surge la pregunta humana y ética sobre qué hacer. En la forma de responder la pregunta se cae muchas veces en plantear un enfrentamiento entre dos personas en situación de vulnerabilidad. Por un lado la mujer, que no decidió ser madre, suele encontrarse en soledad y la mayoría de las veces en un contexto de pobreza; por otro lado, la vulnerabilidad de la vida humana concebida que no se puede defender. Debiéramos escuchar tanto a las madres embarazadas que sufrieron una terrible violencia sexual, como así también contemplar el derecho a la existencia de los inocentes que no pueden defenderse.
La pregunta humana y ética es: ¿hay que optar por una vida y eliminar a otra?
La eliminación de la vida humana del que no se puede defender instaura el principio de que los más débiles pueden ser eliminados; acepta que unos pueden decidir la muerte de otros. Hace unos años con la sanción de la Ley “Asignación Universal por Hijo”, el Honorable Congreso de la Nación demostró una vez más en su historia republicana un alto grado de sensibilidad humana a favor de la familia y de la vida de los niños y jóvenes más pobres. ¿No se podrá continuar por ese camino legislativo?
La solución o el camino para abordar estas situaciones es la implementación de políticas públicas que:
- Establezcan como prioritaria la educación sexual integral de la ciudadanía, en la que se fomente y capacite para la decisión libre y responsable de concebir una vida humana. Todos tenemos necesidad y derecho de ser recibidos como hijos.
- Reconozcan la dignidad de la vida humana desde el comienzo de su concepción pasando por todas las etapas de su desarrollo, la dignidad e igualdad de la mujer y el varón, y se implementen acciones tendientes a encarar las causas de la violencia hacia la mujer generando nuevas pautas de conductas basadas en el respeto al otro
- Acompañen, desde lo social, las situaciones de conflicto y atiendan las heridas que quedan por sanar en quienes están atravesando por estas situaciones.
El diálogo democrático
Estamos ante el debate parlamentario de distintos proyectos de ley. Es necesario, que más allá del buen funcionamiento de nuestro sistema republicano en el cual se legisla a través de los representantes del pueblo, se tenga en cuenta que este tema toca profundamente el tejido de nuestra sociedad.
Que este debate nos encuentre preparados para un diálogo sincero y profundo que pueda responder a este drama, escuchar las distintas voces y las legítimas preocupaciones que atraviesan quienes no saben cómo actuar, sin descalificaciones, violencia o agresión.
Junto con todos los hombres y mujeres que descubren la vida como un don, los cristianos también queremos aportar nuestra voz, no para imponer una concepción religiosa sino a partir de nuestras convicciones razonables y humanas.
Comisión Ejecutiva
Conferencia Episcopal Argentina
Buenos Aires, 23 de febrero de 2018
“¡Pido a Dios crezca el número de políticos capaces de entrar en un auténtico diálogo que se oriente eficazmente a sanar las raíces profundas y no la apariencia de los males de nuestro mundo!”
Evangeli Gaudium (203)
Ante la proximidad de las elecciones parlamentarias nacionales del 22 de octubre, como Pastoral Social queremos insistir en la necesidad de prepararnos de manera adecuada para que la participación cívica honre nuestro compromiso ciudadano y cristiano.
Con este fin, para ayudar al conocimiento de las propuestas de los candidatos a diputado nacional y de sus agrupaciones políticas es que, conjuntamente con la Universidad Católica de Córdoba, hemos organizado un “Diálogo con los candidatos de Córdoba” para contribuir con el debate democrático y con la toma de conciencia de los ciudadanos.
Un buen ciudadano es aquel que sabe hacer uso de su libertad; que se conduce de acuerdo con las leyes y las normas vigentes; que ha excluido la solución violenta de los conflictos; que es capaz de argumentar y encontrar consensos en los desacuerdos; que asume las consecuencias de sus acciones; que valora y acepta la autoridad aunque esté siempre vigilante de sus decisiones; y que puede ponerse en el lugar de quien no tiene sus mismas convicciones.
Una conducta ciudadana comprometida con el bien común es incompatible con el individualismo, la indiferencia política (que se puede manifestar de múltiples formas), la intolerancia, la falta de conciencia comunitaria y el conformismo, entre otras cosas.
Por todo esto, como ciudadanos debemos conocer las propuestas elementales de las distintas opciones políticas, de manera tal que podamos formarnos una opinión fundada, para elegir y votar con conciencia y con responsabilidad.
También es parte de nuestra responsabilidad tener memoria cívica, lo que significa recordar la trayectoria del candidato, su servicio a la sociedad, su coherencia entre la promesa electoral y el desempeño posterior, su respeto por la ley y los principios constitucionales.
PASTORAL SOCIAL ARQUIDIOCESANA
IGLESIA CATÓLICA EN CÓRDOBA
Diálogo con candidatos:
Se llevará a cabo el 11 de Octubre, 18:30 hs en el Auditorio Diego de Torres de la Universidad Católica de Córdoba.
Se podrán retirar las entradas a partir del 4 de octubre en:
Consultas e información: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Carta abierta
Sres. Precandidatos a Diputados Nacionales por Córdoba
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Desde la Pastoral Social Arquidiocesana de Córdoba deseamos compartir con ustedes, los precandidatos, nuestra preocupación en este año de elecciones parlamentarias que estamos transitando.
Atentos al rol fundamental que tienen como dirigentes, y a las palabras del Papa Francisco “¡Ruego al Señor que nos regale más políticos a quienes les duela de verdad la sociedad, el pueblo, la vida de los pobres! Es imperioso que los gobernantes y los poderes financieros levanten la mirada y amplíen sus perspectivas, que procuren que haya trabajo digno, educación y cuidado de la salud para todos los ciudadanos.”[1], queremos transmitirles nuestras esperanzas para el futuro y para las elecciones que se avecinan:
Deseamos un Proyecto de Nación:
Con el fin de procurar que se concrete un proyecto de país con esas características deseamos que hagan conocer a los ciudadanos sus propuestas para los desafíos siguientes:
El ejercicio de la política que respeta la ética, los principios morales y trabaja por el Bien Común constituye una de las formas más altas de la caridad. Esperamos que en su labor siempre cuide de todos, especialmente de los más desprotegidos, nuestros hermanos que están en la pobreza, los desempleados, los niños, los ancianos, las madres solteras, las víctimas de la droga y de la trata de personas, entre muchos otros que sufren de manera cotidiana.
Planteamos estas inquietudes y reflexiones con espíritu constructivo, sin dejar de interrogarnos sobre nuestras propias responsabilidades. Lo hacemos desde la fe en Jesucristo «que es la respuesta total, sobreabundante y satisfactoria a las preguntas humanas sobre la verdad, la justicia y la belleza»[2].
PASTORAL SOCIAL ARQUIDIOCESANA.
IGLESIA CATÓLICA EN CÓRDOBA.
Córdoba, 30 de julio de 2017.-
Descarga en PDF: Carta_a_los_precandidatos_2017-_Elecciones_Legislativas.pdf
Propuestas de Encuentro Vecinal Córdoba: Resp._Encuentro_Vecianal_Córdoba.docx
Propuestas de Primero La Gente: Propuestas_2017.pdf
Otros materiales:
Carta de Primero La Gente: Carta_Pastoral_Social.docx
[1] Evangelii Gaudium, 205
[2] Documento de Aparecida (380)
Próximos a celebrar esta fecha importante para los argentinos, queremos honrar la memoria del creador de nuestro símbolo nacional, invitando a que entre todos renovemos nuestro compromiso, con nuestras palabras y actitudes, tejer una Patria de hermanos.
A pocos días de haber vivido en nuestra ciudad momentos difíciles, nos alienta que se puedan encontrar caminos para resolver los conflictos y llegar a acuerdos, procurando garantizar la Paz Social y el Bien Común. Debemos respetar los derechos de todos los ciudadanos y cumplir responsablemente con nuestras obligaciones tanto autoridades como ciudadanos.
Esta fecha, es una buena oportunidad para seguir reflexionando sobre algunos valores que nos engrandecen como argentinos y por lo tanto engrandecen nuestra Patria:
Diálogo sincero y cultura del encuentro.
Sentarse a dialogar con sinceridad y transparencia no es un signo de debilidad, por el contrario, es un gesto audaz de quien desea buscar el bien común; atendiendo particularmente a los más postergados y sufrientes.
Es tarea ardua, pero muy beneficiosa para afianzar la democracia y respetar las instituciones, procurar resolver los conflictos, a través de un diálogo responsable y maduro, evitando la confrontación desmedida y la violencia.
Favorecer la cultura del encuentro puede ser un buen aliciente y un certero camino que nos posibilite plantear las diferencias desde un verdadero espíritu constructivo, dejando de lado intereses mezquinos.
Con renovado compromiso.
Alentamos y pedimos a los gobernantes y legisladores, a los dirigentes sindicales y empresariales, que hagamos nuestro mejor esfuerzo, en pos de la consecución de una mayor cultura del encuentro que nos posibiliten generar diálogos fecundos.
Es por eso que en el día de nuestra Bandera, renovamos nuestro compromiso: “Queremos ser nación, cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común” y para lograr dicho propósito; le pedimos a Dios Padre que nos conceda a todos: “La sabiduría del diálogo y la esperanza que no defrauda…”
PASTORAL SOCIAL ARQUIDIOCESANA.
IGLESIA CATÓLICA EN CÓRDOBA.
Córdoba, 16 de junio de 2017.-